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Halitosis y salud oral

El mal aliento, o halitosis, o mal olor, proveniente del aliento de una persona es una condición desagradable que da inseguridad, avergüenza y afecta nuestras relaciones con los otros.

No siempre el individuo que lo padece lo percibe pero siempre es notado por las personas con las que se relaciona.

Pero todos tenemos mal aliento en algún momento del día especialmente al levantarnos por la mañana o después de un ayuno prolongado.

También está presente en niños y muy especialmente en embarazadas.

¿A qué se debe?

Principalmente a la acción de bacterias localizadas en el dorso de la lengua cuya anatomía presenta papilas que permiten su retención y en el surco gingival, que es la hendidura de la encía que rodea los dientes. Estas bacterias degradan las proteínas de nuestros alimentos y producen compuestos volátiles a base de sulfuros que son los responsables del olor desagradable.

La saliva cumple un rol importante porque lubrica y oxigena la cavidad bucal, y posee propiedades antimicrobianas. Con suficiente cantidad de saliva los restos de la descamación de las mucosas y la flora bacteriana pasan de la boca a la saliva y son deglutidos y digeridos por lo que no hay tiempo para el proceso de putrefacción.

Causas de halitosis en bocas sanas

  • Se descuida la higiene de dientes y el uso del hilo dental, por lo tanto hay más placa bacteriana y falta la acción protectora de los fluoruros de las pastas dentales.

  • Se come mal, a deshora y picoteando alimentos con baja calidad nutricional.

  • Se discontinúa con las consultas al odontólogo.

  • Ciertos alimentos como la cebolla, el ajo, el alcohol, carnes rojas y blancas, huevos, lácteos.

  • El tabaco causa un mal aliento característico que persiste por días y curiosamente es usado para enmascararlo. Afecta también a los fumadores pasivos. La nicotina y el alquitrán contribuyen en la reducción del flujo de saliva.

  • Poca saliva: La boca seca causada por el sueño, la respiración bucal, el consumo de medicamentos o largas conversaciones contribuye al mal aliento. El síndrome de boca seca crónico o xerostomía genera saliva más ácida que facilita el crecimiento bacteriano.

  • Aliento matutino: durante el sueño el flujo salival disminuye y no se cumple la acción de lubricación y limpieza que ofrece la saliva.

  • Prótesis fijas o removibles, ortodoncia y aparatos de ortopedia requieren buena higiene diaria y limpieza profesional periódica para evitar acúmulos de restos de comidas y cálculo dentario que causan olores desagradables.

  • Ayuno prolongado, no respetar los momentos de las comidas principales, o las dietas hipocalóricas, favorecen la halitosis con la presencia del olor típico a manzana.

  • Edad: el aliento cambia con los años. En los adultos mayores los cambios regresivos de las glándulas salivales alteran la cantidad y calidad de saliva. En ellos el aliento se hace más intenso aún con buena higiene bucal.

Causas de halitosis en bocas enfermas

  • La caries dental y las enfermedades de las encías sin tratar ofrecen nichos ideales para el desarrollo microbiano.

  • La higiene oral deficiente favorece el acúmulo de placa bacteriana en los espacios interdentarios y en el dorso de la lengua.

  • Lesiones de los tejidos blandos como estomatitis o glositis.

  • El consumo de algunos medicamentos por tiempo prolongado producen sequedad de la boca.

  • Pero si la boca es saludable y bien lubricada por suficiente cantidad de saliva es posible que haya una causa médica que genere la halitosis como bronquitis, sinusitis, goteo post nasal, diabetes, problemas digestivos, neurológicos o psiquiátricos.

Como lograr un aliento fresco

  • Recuperar la salud bucal mediante el tratamiento odontológico específico para las lesiones de caries y enfermedades de las encías.

  • Realizar una buena higiene bucal para reducir la presencia de placa bacteriana con cepillo e hilo dental después de cada comida y antes de ir a dormir.

  • Cepillar el dorso de la lengua diariamente con cepillos especiales para lengua.

  • Limpiar las prótesis, placa de descanso o aparatos de ortopedia diariamente.

  • Evitar comer alimentos con cebollas, ajos, especies y bebidas alcohólicas. Abstención de tabaco y tratamiento de la boca seca.

  • No ocultar la halitosis con golosinas y pastillas de menta, sólo dan solución transitoria.

  • Cuando la causante es un problema médico hacer la consulta al médico clínico o especialista.

¡Y recordar!

La visita periódica a su odontólogo le permitirá mantener la salud bucal lograda. Él detectará pequeños cambios que tratará, realizará la limpieza profesional periódica y aconsejará sobre los cuidados diarios que necesita.